¡Hola a los que se acercan al blog!
¿Qué tal vuestro verano? Espero que estéis disfrutando mucho del sol, del aire libre, del agua, la familia, los amigos....
Lengua y Literatura me han comentado que si alguno está inspirado en estos días y quiere escribir algo, lo podéis enviar a través del correo electrónico: coralbermejo@gmail.com ¿Qué os parece?....
Ana Cobos nos ha enviado su relato. Aquí os lo dejamos....
¡Un abrazo!
Mario repetía continuamente esas frases en su cabeza, le salían desde lo más profundo
de su alma, desde lo más profundo de su ser.
¡Lo
conseguiré!, ¡lo conseguiré!, !será mía para siempre!
El joven
pescador se había comprometido con su amada Ana a entregarle el coral más bello
del arrecife tal y como ella le había pedido como prueba de amor eterno.
La noche
anterior el jardín que hay delante de la casa de Ana tenía un olor especial,
los jazmines inundaban de aromas suaves el pequeño cenador que se situaba hacia
la izquierda, justo delante de una gran ventana que iluminaba de luna el
interior de la estancia .Mario y Ana estaban sentados en un pequeño banco
colgado, en forma de columpio. La cabeza de Ana se recostaba sobre el hombro
derecho de su amado, mientras este la abrazaba con su brazo sobre su cuerpo.
Mario
besaba suavemente la mejillas, la frente, los ojos , la nariz, los labios y la
barbilla de Ana , como explorando cada milímetro de su cara mientras le
susurraba su amor. En un momento se paró y mirándola fijamente a sus ojos le
pidió que se casara con él ;ella con una mirada de ángel le dijo que le daría
sus respuestas en el momento que sacara del mar para ella el coral más bello
del arrecife .
¡Lo conseguiré!,
lo conseguiré!, será mía para siempre.
De madrugada,
con la luz del alba el joven corre, corre y corre en busca de su barca que está
atracada en el pequeño puerto de la isla, que está situado justo donde termina
la calle principal del poblado donde vive los isleños.
El joven
corre como si algo peligroso le persiguiera, pero es la ilusión de llegar lo
antes posible al arrecife e intentar volver a la caída de la tarde y poder
obtener la respuesta de Ana.
La barca no
es muy grande, de unos 3 metros de eslora, está pintada de blanco sobre una
línea de flotación azul. en proa con letras de color negro esta marcado su
nombre MARIO I en ambos lados. La popa está cortada y sobre ella lleva inscrito
el nombre de la isla LA CARLOTA y de ella sale un pequeño motor, a los lados se
pueden ver dos grandes remos de la misma longitud que la barca.
De un salto
Mario ha quedado sentado después de desamarrar,
de un solo golpe ha arrancado el pequeño motor que utiliza de timón y se encara
a la mar abierta mirando su objetivo.
Poco a poco
las luces del alba desaparecen al tiempo que Mario va hacia la mar abierta. El brillo del sol comienza a diluirse entre
nubes que aumenta poco a poco, el continua adelante sin importarle nada hasta
llegar al arrecife. De pronto comienzan a caer las primeras gotas de agua y el
mar, poco a poco empieza a enfurecerse.
El joven Mario,
sin miedo, bucea entre corales a pulmón en busca del coral más bello. Su ilusión,
su inmenso amor hacia Ana le impide darse cuenta de la situación. Cada vez que
sale a la superficie el mar está más encrespado, el cielo tomando un color
oscuro como si fuera noche cerrada.
Desde la
isla el mar y el cielo han quedado unidos como una profunda masa de nubes y de
aguas, el horizonte ha desaparecido. Ana está desesperada sabe que su amor está
inmerso en el centro de esa borrascosa tormenta. La noche se hace patente,
aunque solo sea las doce del mediodía. No aguanta más y corre en busca de ayuda.
Ella sabe que las cosas no van bien y comienza a sentir un profundo
arrepentimiento por haber pedido esa prueba de amor a Mario. Sabe que no era
necesario, ella siente ese amor hacia el es profundo y verdadero y sabe también
que el amor que Mario le tiene es sincero, profundo y verdadero.
Un grupo de
viejos marineros se hacen urgentemente a la mar, las mujeres isleñas corren
hacia el puerto cuando oyen la noticia. El joven Mario está perdido en la
tormenta. Nadie quiere pensar en un fatal desenlace, todas conocen el amor y la
devoción que Mario le profesa a Ana.
Las
barcazas de los marineros se introducen en la espesa negrura, atrás van
quedando pequeñas luces resplandecientes del poblado, a la derecha se puede
apreciar un pequeño punto llameante, pudieran ser las luces del cementerio que está
en la ladera de la isla frente al mar, seguramente para que los difuntos
tuvieran presente, lo que fue su vida, en su viaje final.
Juan uno de
los más astutos marineros localiza la barca de Mario. Está como perdida,
saltando sobre las olas, como indicando ese punto fatal, donde empieza el largo
camino de la muerte. Sin pensarlo se lanza al agua cálida del arrecife. Todos
los demás marineros esperan impacientes el resultado.
Poco
después el cuerpo de Mario aparece abrazado sobre Juan. Es un cuerpo sin vida .
Un montón
de brazos fuertes, de manos endurecidas por las redes, se alargan hacia el agua
y sacan a flote el cuerpo de Mario, flexible, de brazos caídos. Lo posan sobre
el suelo de la barcaza y Pedro, un pescador experimentado intenta reanimarle, presiona
rítmicamente su pecho, todos mantienen un absoluto silencio. Varios intentos
después Juan mira con desconsuelo a Pedro, pero este no se resiste a pensar de que
todo ha terminado, que veinte años de vidas no pueden desaparecer de esa manera.
Nuevamente, con toda su fe, acompañado de sus sesenta años de experiencia y
luchas contra la mar, vuelve a presionar su pecho una y otra vez. De pronto el
cielo se ilumina rodeado de ángeles, cuando de la boca de Mario sale con fuerza
un brote de agua marina, en ese momento los diablos del mar abandonan el cuerpo
de Mario regenerando su vida. Juan, Pedro y todos los demás marineros lloran y
aplauden de emoción. Pedro da un profundo abrazo a Mario, de cuyos brazos caídos
toman fuerzas para sujetar el más bello de los corales que tiene entre sus
manos.
Ana Cobos
Pineda (4º A)
Verano de
2012
Soy la madre de una alumna de 4 eso me encanta este blog,, me siento identificada con muchas lecturas e historias, me encanta el romanticismo, yo soy muy romántica e imaginativa, muchas veces me transporto a estos mundos y soy la protagonista principal, entro de nuevo a ni niñez, a mi adolescencia y me veo en mi vejez con muchas imágenes, gracias por hacerme feliz cuando leo y veo esto,
ResponderEliminarMuchas gracias a esta madre anónima que nos ha comentado lo que le gusta nuestro blog. Si quiere dejarnos comentarios o hacernos alguna sugerencia podrá hacerlo cuando quiera.
ResponderEliminarUn saludo
Maestra el punto y final.
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