Mensaje de Bienvenida

¡Hola a todos!

Iniciamos esta nueva aventura acompañados de dos grandes amigas que iremos conociendo a lo largo del curso. ¿Os las presento?. Son Lengua y Literatura. Lo primero que haremos, además de aprender muchas cosas, es personificarlas.
¿ Recordáis lo que era una personificación?...

27 marzo 2011

Somos escritores





¡Hola Chicos!


¿Quiénes van a ser nuestros escritores este mes?


Estamos trabajando el género narrativo. Hemos realizado cuestionarios sobre sus contenidos y estamos leyendo textos en clase.

Literatura es muy caprichosa y quiere que hagáis lo siguiente:

-Continuar el fragmento del Cantar de Mio Cid en el que Don Rodrigo llega a Burgos en su destierro, y no es recibido por nadie al ordenarlo el rey Alfonso VI.

-Continuar el fragmento del Quijote en el que se relata la famosa aventura de los molinos de viento.



Así pues, seréis un juglar de la época medieval o el mismísimo Cervantes.


¿Qué os parece?

¡Rápido! Coged vuestras plumas y tinteros para adentraros en el fantástico mundo de la escritura....


Esperamos vuestras narraciones



“Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento , y no gigantes, aquellos que iba a acometer”

El Quijote. Cervantes


CONTINUACIÓN:


Don Quijote se estampó con los molinos, quedándose así malherido. Al poco de veinte minutos el dueño de los molinos apareció, Gregorio, el molinero le llamaban. Este buen señor le ayudó a curarse la heridas en su morada.

Al día siguiente Gregorio el molinero, se encontró con Sancho Panza y este le dijo:

-Buen señor, me presento, soy Sancho y vengo en busca de mi merced, lo habéis visto. Es alto, con él va un caballo viejo y un “meadero” en la cabeza.

-¡Oh! sí lo he visto. Está en mi morada descansando del choque con mis molinos pero, a todo esto, yo me presento. Soy Gregorio el molinero. Y bien Sancho, alguno de vosotros me tendréis que pagar el aspa del molino que vuestra merced rompió.

-Pues yo sin un real estoy- dijo Sancho- así que debe hablar con mi merced que al final el aspa la pagará él.

Los dos hombres se fueron en busca de Don Quijote.

-¡Bienvenido Sancho! Pasad, Pasad al castillo-dijo Don Quijote con un tono de locura.
-¿Qué castillo?... si es una humilde morada-exclamó Sancho con asombro.
-Bueno a lo que íbamos-dijo Gregorio-me pagareis el aspa o si no ninguno de los dos saldrá de aquí, como que me llamo Gregorio y molinero de profesión soy.

Don Quijote se echó a llorar y Sancho Panza le siguió. El molinero lleno de pena le perdonó y así les dio la libertad.

Al final del mes, Sancho vino con todo el dinero y uno a uno le dio los reales al contado. Todos se hicieron muy amigos mientras que Don Quijote seguía creyendo en los gigantes, batallando con ellos, imaginariamente, aunque las consecuencias eran las mismas, Sancho le pagaba a Gregorio todos los destrozos de los molinos.

Gregorio Tapia Hidalgo 1ºB













"Esto la niña le dijo y se entró para su casa.

Ya lo ve el Cid que del Rey no cabía de esperar gracia."

Cantar del Destierro. El Cantar de Mío Cid

Anónimo


CONTINUACIÓN...

Despúes de su estancia en la morada
llegó a otra posada,
cabalgando el Cid a capa y espada.
Al llegar a ese lugar vio a un campesino pasar,
que le dijo con un poco de intimidad:
''Por favor déjame pasar''.
Al que el campesino Alberto
le preguntó casi sin aliento:
''Ojalá pudiera ayudarte pero por orden del
rey Alfonso no puedo ni hablarte''.
La mujer del campesino salió a ayudarle:
''No te preocupes que nosotros vamos a ayudarte''.
Una vez dicho esto entró en su morada y salió
de allí de muy buenas ganas.
Aquellos campesinos habían conseguido ayudarle
y posteriormente recibirían un regalo de aquel caballero andante.

Alberto Soberino Acero (1ºB)




CONTINUACIÓN:

El Cid sigue su marcha donde se encuentra a una bella dama, Ana.
Esa bella dama no le habla con muchas ganas .
Ella tan indignada le dice que nada.
El pobre Cid llorando le suplicaba.
Ana tan honrada y educada le dijo que no llorara pues ella iba a ayudarle de tan duro problema.
La bella dama le acoge en su morada.
Un consejero de la dama le dice que el rey viene a su morada.
La dama cogió al Cid y corriendo se lo llevaba a un lugar donde la magia reinaba.

Ana Sotés Rodríguez (1ºB)















No veis que solo son molinos-dijo Sancho.

Eso, y como salga el dueño nos va a hacer pagar -dijo su otro escudero Julio.

Sois vosotros los que no veis bien -dijo don Quijote.

Sancho, parece que no atiende a razones-dijo Julio.

Es verdad Julio. No sé que podemos hacer con él-dijo Sancho.

Creo tener una idea-dijo Julio.

Julio se acerca a don Quijote.

Vuestra merced, venid conmigo a vuestra posada, que ya casi anocheció-dijo Julio.

Sancho, Julio y don Quijote volvieron a su posada.

-Sancho, mi idea es encerrarlo y quitarle todos los libros-dijo Julio.

Me parece bien, a ver si ahora deja ya de pensar que los molinos son gigantes-dijo Sancho.

Entre Sancho y Julio lo encerraron.

¡Qué me estáis haciendo!-dijo Don Quijote-si es una broma no me ha gustado nada.

Mire vuestra merced, es por vuestro bien-dijo Julio.

Luego nos lo agradecerá-dijo Sancho.

Sacadme de aquí-dijo don Quijote-no soy un preso.

La noche cayó.

No sé qué hacer –dijo Don Quijote.

Entonces una luz apareció por la ventana, se quedó durmiendo y en ese sueño logró conseguir distinguir a los molinos de los gigantes.

A la mañana siguiente.

Sancho, que bien he dormido –dijo Julio.

Y yo igual, vamos a ver cómo está don Quijote.

¡Hola! escuderos míos, anoche una luz me hizo reflexionar y volví en sí –dijo don Quijote- por fin me he dado cuenta de que los molinos no son gigantes y que no debo obsesionarme con los libros.

Los escuderos llenos en sí de gozo montaron un banquete, y don Quijote no volvió a confundir más a los gigantes con los molinos.

Julio Sánchez Ming (1ºB)

Iba sediento el Cid
cuando vio una vid,
era propiedad de Pablo
un mesonero campechano.
El Cid le pidió de beber
pero él le dijo que el rey no lo quería ver.
Pablo lo dejó entrar
para que pudiera reposar,
el Cid se lo agradeció
y un ramo de flores le dio.
Cuando el Cid se fue,
su hijo se quería ir con él.
Pablo lo dejó
y el Cid en su caballo lo montó.
Grandes aventuras vivieron
gracias a un buen mesonero.
Pablo Serrano Cabrera (1ºB)

El campeador pensó cómo llegar a su posada,

pues mandatos del rey Alfonso no le dejaban.

Hincaba la tienda y luego la descolgaba.

Una señorita con bellas ropas pasaba

Esta señorita llamada Gisell,

Le dijo con cierta timidez:

¡Ya, Campeador, que en buen hora fuiste nacido!

Que acusada seré de lo que os he servido

Ojalá y los criados se den por olvido,

Y que salgas de aquí sano o vivo.

Habló Mío Cid que en buen hora ciñó espada:

Si yo vivo, os daré toda la plata.

He gastado el oro, ya veis que no traigo nada,

y hacerlo a la fuerza si no no serviría de nada.

Con vuestro consejo irme quiero a otro lugar

y ganar batallas para vengar.

La señorita Gisell suplicándole dijo:

Por favor Cid de aquí no te vayas,

O si no este pueblo perderá su fama.

El Cid le contestó a la señorita Gisell:

Aquí me quedaré si vos lo decís,

Si no mis hombres y yo nos iríamos de aquí.

La señorita Gisell con sonrisa le contestó

Y gracias a ella el Cid le hizo un favor.

Gisell García Escorcia (1ºA)

Cuando el Cid llamó a la puerta de su posada, salió una niña
y le dijo que no podía entrar porque el Rey lo había dicho.
Yo iba, entonces, paseando y el Cid se alegró de verme. Los
dos juntos íbamos por la calle, cuando las tropas del Rey
se interpusieron en nuestro camino.
El Cid se puso remolón con ellos
mientras yo buscaba escapar,y advertí al
Cid que eran muy numerosos y teníamos que huir.

-¡Cid,ven conmigo,no hay escapatoria,salvo esta!-dije yo
-¡De acuerdo,pero volveremos para darles su merecido!-exclamó
el Cid furioso,mientras les hería con la mirada.

Y le ayudé a escapar

Le dimos esquinazo, pues aparté rápido al Cid de allí y estuvo muy
agradecido.
Tal era su gana de volver al reino de Castilla , que le ayudé a
conseguir terrenos de regalo al Rey, ganándolas en muchísimas
batallas en las que salimos victoriosos siempre
.

José Manuel Nieto del Valle (1ºB)

2 comentarios :

  1. Muy bien el trabajo realizado. Os felicito a todos.
    Un saludo

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  2. José María Torres Girón 1º ESO "A"1/4/11 14:40

    Me encanta la historia de Gisell, tiene madera de escritora.

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