La Navidad es mágica, no solo por el adorno de calles y hogares, los sabores y olores de las cocinas, los sonidos de villancicos tradicionales, sino también porque aparece lo mejor del ser humano. Nos acercamos unos a otros, nos sentamos a la misma mesa, nos sonreímos, nos hablamos con el corazón. No es un tópico, ocurre todos los años por estas fechas. El espíritu navideño nos visita y se queda con nosotros.
¡Ojalá el espíritu navideño estuviese con nosotros todo el año!
Os deseo que sigáis disfrutando estos días tan entrañables
