¡Hola Chicos!
Este domingo es el Día de la Madre, el primer domingo de mayo. La verdad es que todos los días son de las Madres, pues no hay personas más abnegadas y entregadas a nosotros. Dedicadas desde que nacemos a nuestros cuidados, siempre apoyándonos, silenciosas a nuestro lado. Nos miman, nos alientan, nos consuelan, nos aconsejan, lloran y ríen con nosotros...
Sé que mi vida está completa con ella.
En este y en todos los días,
¡GRACIAS POR SER COMO ERES MAMÁ¡
¿Qué os parece si les decimos lo que sentimos por ellas?
¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRES!
Del Mundo de Fantasía os traen todas estas bellas flores
La sinceridad brota en estas palabras. Es el sentimiento que late ante la ausencia de una Madre.
¡Me he emocionado al leerla!
Nada ha pasado ...
digo con vehemencia
unos nacen otros mueren cada día.
Es cierto, unos parten primero
pero a todos nos llega la hora.
Las madres se mueren todos los días,
eso es cierto, pero hasta que no vives
tú mismo lo que es perderla no comprendes
el sufrimiento, la angustia y la desesperación
que sufre quien la ha perdido.
La vida es efímera, la muerte está
en cada esquina...
Recordarla aún me produce llanto
El día que murió mi madre
fue el día en el que
la luz del sol cual espada
lastimó mis ojos
y brotó un río.
Nada es lo mismo
desde que ella dejó
este mundo, desde que no
puedo contar con ella en cada
momento. Nunca pensé que la perdida
de una madre podría ser tan dolorosa
y que a pesar de los años el dolor seguiría
latente, como si ayer mismo hubiera ocurrido
la gran tragedia que marcó mi vida.
No sé como pensarla muerta
ni cuando comenzar a soñarla
solo sé que está todavía
en mi corazón latente
y en mis dedos que escriben de su muerte
como el cataclismo de mi vida misma.
Como llamarla ...
como pensar
en la de cosas
que tengo que contarle
y saber que piensa ella
de la vida y de la muerte.
Son casi 8 años desde que se fue
ese 20 de junio...
No sé cuando empezaré a contarle
al mundo que ya está muerta...
tú fuiste mi madre
y en tí palpité por vez primera.
Por hoy miro a la distancia
y te despido con un suspiro...
hasta que como siempre
regreses a mi corazón...
Cristina Sanchís
El agradecimiento a esa vida abnegada se refleja en el sentimiento de esta preciosa carta a una Madre.
No sabes cuánta satisfacción me causa escribirte esta carta, sabiendo que todavía puedes sostenerla entre tus manos y atesorarla en tu corazón.
Cuando medito sobre nuestro corto paso por este mundo, imagino a todos los que han desperdiciado el privilegio de poder decirle a su madre cuánto la aman. Sé que estas cortas palabras jamás serán suficientes para expresar toda mi admiración por ti, pero, en su poquedad, espero que sirvan, cuando menos, para saludarte en tu día.
Perdí la cuenta de las veces que debes haber pedido permiso en tu trabajo para llevarme al médico y las cosas de las que te habrás privado para que nunca me faltara nada... De hecho, de las cosas que con mayor gratitud recuerdo de ti, son las incontables noches en las que sacrificaste tu sueño para cuidarme mientras que estaba mala, o simplemente tenía una pesadilla ...
De ti, madre, podría decir y recordar muchas cosas, la mayoría de ellas admirables; como tu valor, la excelente esposa que has sido para mi padre, tu entrega al trabajo, tu honestidad, tus valores, tu fuerza, tu valentía....
Tu amistad, tus abrazos, tu sonrisa, tu cariño, tu paciencia, tus consejos, tu amor y todo lo bello que esta vida tiene, tú me lo has dado. Yo sé que todas las madres son iguales, y todas son buenas en esta vida, pero para mí, tú eres la más buena de este mundo.
Tu amor, mamá, siempre es el mismo; pues si soy buena, tú eres buena, si soy mala aún tú sigues siendo buena; tú, desde que estaba en tu vientre y aún no me conocías, me cuidabas, y cuando nací me llenaste de amor, ese amor que sólo tú junto con mi padre podíais darme ..
Ahora, ya que tengo la mayoría de edad, me aconsejas y a veces me corriges. Tu amor no tiene medida, eres la madre que se desvela por sus hijos, que se mantiene despierta a nuestras necesidades, lo bueno es que tu amor no tiene horario, pues me lo brindas a todas horas, como sea y a pesar de todo... aún cuando estoy lejos de casa me lo haces sentir.
Desde que me viste nacer has sido el ángel de mi guarda, tu amor es inmenso porque es un don que Dios le regala a toda mujer a la medida de sus corazones... y el tuyo es .. ¡enorme!
Si te rechazo, me perdonas, si me equivoco, me acoges, si estoy feliz, celebras conmigo, si estoy triste, no sonríes hasta que me hagas reír. Eres mi amiga incondicional. Eres a quien necesito, eres mi vida, mi luz, mi cielo, mi aire, mi razón de vivir. Eres la persona a quien amo más que a mi vida, esta vida que tengo gracias al amor que nació en ti y mi padre...
Como explicarte, madre, todo lo que tú eres, y todo lo que siento por ti; como explicarte si me quedan cortas las palabras para decirte cuanto te quiero... Quiero que sepas por qué hasta hoy, desde que nací yo soy feliz, porque me acogiste en tu vientre y ahora que soy ya mayor sigues cuidando de mi como puedes y cueste lo que cueste.
Porque soy parte de ti y tú eres parte de mí. Porque tu amor por mí fue más grande que el sufrimiento. Porque tu ternura pudo más que la amargura. Porque tú supiste siempre amarme con sentimiento y porque siempre has sido y eres el pañuelo que seca mis lágrimas en los peores momentos.
Porque eres mi heroína favorita, la que sabe que la batalla es día a día. Mi enfermera que no sólo me curó los raspones de mi niñez, sino que sabe curar con besos las heridas del alma; para mi amiga que llora conmigo mis tristezas y se regocija de mis éxitos.
Para agradecerle sus desvelos, te quiero, sus besos y todas esas frases que le salen del corazón para hacer la carga más ligera.
Y para darle las gracias por darme el regalo más grande que jamás me han podido dar después de la vida. Ese ser pequeñito que yo esperaba con tanta ilusión y al final llegó ... mi HERMANO, lo más grande, mi mayor tesoro ...
Porque nunca se me olvidarán esas palabras que me dijiste en mi 18 cumpleaños ... y las que me escribiste junto con mi padre en una carta ...
Ya sabes que al igual que tú me lo dices ... lo mejor que me ha pasado fue verte por primera vez.
Te quiero con toda mi alma y no quiero imaginar mi vida sin ti ...
Miriam Gálvez
